Hay un villano silencioso que acecha en las bodegas de todos los vinicultores: una fuerza que, si no se controla, despojará a un vino de su color vibrante, su rico aroma y su sabor cuidadosamente equilibrado. ¿Su nombre? Oxidación
La oxidación puede ser a la vez amiga y enemiga en el mundo de la vinificación. Durante la fermentación, la exposición controlada al oxígeno ayuda a liberar sabores complejos y a crear carácter. Pero una vez elaborado el vino, la oxidación se vuelve en su contra, eliminando lentamente las cualidades que tanto le ha costado crear: color, aroma y equilibrio.
La lucha de un viticultor
Imagínese a un bodeguero español enfrentado a un reto de enormes proporciones. En medio de la pandemia de COVID-19, tenían que entregar más de un millón de litros de vino a un cliente en Inglaterra, garantizando la máxima calidad durante todo el año. Los vinos, tanto tintos como blancos, debían enviarse a granel y aguantar hasta cinco semanas en tránsito por carretera, ferrocarril y transporte marítimo. ¿Su ingrediente secreto para mantener el vino fresco? Wine Shield.
Wine Shield al rescate
Wine Shield es una solución antioxidante natural a base de compuestos fenólicos derivados del roble. Estos compuestos fenólicos neutralizan los radicales libres que crea el oxígeno, preservando el color, el sabor y la frescura del vino.
Gracias a Wine Shield, los vinos llegaron frescos y sabrosos, para satisfacción del cliente.
Una solución fresca para cada botella
Hoy, Wine Shield es su solución. Gracias a ella, es capaz de mantener las cualidades vibrantes de su vino desde el momento de su elaboración, garantizando que cada botella refleje el cuidado y la artesanía que se emplearon en su creación.